Controles cardíacos para hacer deporte
Al empezar a hacer ejercicio, sobre todo a partir de ciertas edades, es necesario conocer los riesgos cardíacos para tomar precauciones. Todos los médicos coinciden en lo beneficioso de la práctica deportiva, especialmente cuando se hace de una manera constante. De entre los ejercicios se pueden distinguir dos grandes grupos: los isométricos o de resistencia, y los dinámicos o de endurecimiento.
En los primeros —squash, carreras de velocidad, pesas— intervienen grupos musculares determinados que tienen que hacer un esfuerzo grande en períodos cortos de tiempo. Los dinámicos como jogging, natación y ciclismo, por el contrario, ejercitan grupos musculares de manera más constante. Normalmente, los ejercicios más recomendados, especialmente para enfermos coronarios, son los dinámicos, porque exigen menos trabajo al corazón.
Los beneficios de la práctica habitual del ejercicio son: control de peso y de la presión arterial, reducción del colesterol, mejor estado físico y mental y mayor fortaleza muscular y ósea. Pero, atención: sólo el médico aconsejará qué ejercicios convienen a una persona con problemas cardíacos o a quienes sin haber practicado deportes en su juventud se "largan" a practicarlos cuando la edad no lo aconseja.
Al empezar a hacer ejercicio, sobre todo a partir de ciertas edades, es necesario conocer los riesgos cardíacos para tomar precauciones. Todos los médicos coinciden en lo beneficioso de la práctica deportiva, especialmente cuando se hace de una manera constante. De entre los ejercicios se pueden distinguir dos grandes grupos: los isométricos o de resistencia, y los dinámicos o de endurecimiento.
En los primeros —squash, carreras de velocidad, pesas— intervienen grupos musculares determinados que tienen que hacer un esfuerzo grande en períodos cortos de tiempo. Los dinámicos como jogging, natación y ciclismo, por el contrario, ejercitan grupos musculares de manera más constante. Normalmente, los ejercicios más recomendados, especialmente para enfermos coronarios, son los dinámicos, porque exigen menos trabajo al corazón.
Los beneficios de la práctica habitual del ejercicio son: control de peso y de la presión arterial, reducción del colesterol, mejor estado físico y mental y mayor fortaleza muscular y ósea. Pero, atención: sólo el médico aconsejará qué ejercicios convienen a una persona con problemas cardíacos o a quienes sin haber practicado deportes en su juventud se "largan" a practicarlos cuando la edad no lo aconseja.
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