Lagartijas con difcultad
Para aumentar la dificultad del ejercicio hay que aumentar la distancia entre los pies y la pared, pero colocar las manos más abajo en la pared para que estén a la misma altura de los hombros al llegar el torso a ella.
Una variante de esta lagartija se hace hincándose, con las manos en el suelo y la espalda recta y paralela al suelo, brazos y caderas verticales y formando un rectángulo con el piso. Desde esta posición inicial, se relajan los brazos y se bajan los hombros tanto como sea posible, sosteniendo la espalda y caderas en la posición original y mientras se mantiene el torso estable se contraen los abdominales y glúteos. Cuando se llega a la posición más baja, se extienden los brazos volviendo los hombros a la posición original.
Para hacer esta versión más difícil, se colocan las manos en línea con las rodillas, de manera que la parte superior del cuerpo queda derecha. El torso formará una línea recta de las rodillas a la cabeza en un ángulo de unos 30 grados. Cuando se puedan hacer entre 15 a 20 repeticiones en esta posición, la persona ya estará lista para intentar la lagartija más común.
En todos los casos los expertos recomiendan no impacientarse si de entrada no se consiguen los resultados ambicionados. Incluso recuerdan que antes de iniciar cualquier tipo de ejercicios una consulta al médico es lo más conveniente para evitar sorpresas desagradables derivadas de la sobreexigencia corporal.
Para aumentar la dificultad del ejercicio hay que aumentar la distancia entre los pies y la pared, pero colocar las manos más abajo en la pared para que estén a la misma altura de los hombros al llegar el torso a ella.
Una variante de esta lagartija se hace hincándose, con las manos en el suelo y la espalda recta y paralela al suelo, brazos y caderas verticales y formando un rectángulo con el piso. Desde esta posición inicial, se relajan los brazos y se bajan los hombros tanto como sea posible, sosteniendo la espalda y caderas en la posición original y mientras se mantiene el torso estable se contraen los abdominales y glúteos. Cuando se llega a la posición más baja, se extienden los brazos volviendo los hombros a la posición original.
Para hacer esta versión más difícil, se colocan las manos en línea con las rodillas, de manera que la parte superior del cuerpo queda derecha. El torso formará una línea recta de las rodillas a la cabeza en un ángulo de unos 30 grados. Cuando se puedan hacer entre 15 a 20 repeticiones en esta posición, la persona ya estará lista para intentar la lagartija más común.
En todos los casos los expertos recomiendan no impacientarse si de entrada no se consiguen los resultados ambicionados. Incluso recuerdan que antes de iniciar cualquier tipo de ejercicios una consulta al médico es lo más conveniente para evitar sorpresas desagradables derivadas de la sobreexigencia corporal.