En el mundo del deporte aparecen cada tanto ciertas "sustancias de moda". Hoy la creatina es la estrella. Si bien se la conoce desde principios de siglo, apareció en las Olimpíadas de Barcelona '92 acompañando a los ganadores y desde entonces su uso se multiplicó. Una crítica frecuente es que la creatina se está usando indiscriminadamente para mejorar el rendimiento en cualquier deporte y, según Asenjo. "sólo es eficaz en pruebas de potencia".
Como brinda energía y ayuda en la recuperación rápida, es útil para los movimientos explosivos, como un saque, un swing o un bateo. Es decir, ejercicios de alta potencia y de poca duración donde mejora el trabajo anae-róbico y la potencia, así como también la masa muscular. Parecería que a los que hacen deportes de alta resistencia, como los maratonis-tas, la creatina no les aporta ningún beneficio.
¿Y cuál es el límite con el doping? Por el momento es una sustancia permitida por los organismos que regulan las competencias deportivas, entre ellas el Comité Olímpico Internacional. Sin embargo, circulan comentarios y temores de que en poco tiempo la creatina pase a engrosar la lista de las sustancias non sanctas y parece que hay varios países, como Italia, Francia e Irlanda, que ya pensaron en prohibirla para sus deportistas.
Este es un tema por demás controvertido dónde aparecen también algunas dudas respecto al tipo de control que habría que someter a los deportistas para detectarla. En los controles comunes de orina no se identifica así que habría que recurrir a un análisis de sangre. Como es una sustancia natural del organismo, es casi imposible afirmar con certeza que fue incorporada como suplemento. En otras palabras: no "salta " en un control antidoping.
Más allá de la polémica vale tener en cuenta que la creatina puede ser efectiva pero "no es mágica". Por más suplementos que se ingieran, sin entrenamiento no hay posibilidades de progreso.
Todo parece indicar que no hay nada mejor que una dieta balanceada, un buen descanso, evitar trabajar con déficit de oxígeno y "entrenar, entrenar y entrenar" como insiste Asenjo. Sería deseable que el deporte ayude a formar personas sanas y no máquinas de competir que con los años sufren severos trastornos físicos y psicológicos.
Como brinda energía y ayuda en la recuperación rápida, es útil para los movimientos explosivos, como un saque, un swing o un bateo. Es decir, ejercicios de alta potencia y de poca duración donde mejora el trabajo anae-róbico y la potencia, así como también la masa muscular. Parecería que a los que hacen deportes de alta resistencia, como los maratonis-tas, la creatina no les aporta ningún beneficio.
¿Y cuál es el límite con el doping? Por el momento es una sustancia permitida por los organismos que regulan las competencias deportivas, entre ellas el Comité Olímpico Internacional. Sin embargo, circulan comentarios y temores de que en poco tiempo la creatina pase a engrosar la lista de las sustancias non sanctas y parece que hay varios países, como Italia, Francia e Irlanda, que ya pensaron en prohibirla para sus deportistas.
Este es un tema por demás controvertido dónde aparecen también algunas dudas respecto al tipo de control que habría que someter a los deportistas para detectarla. En los controles comunes de orina no se identifica así que habría que recurrir a un análisis de sangre. Como es una sustancia natural del organismo, es casi imposible afirmar con certeza que fue incorporada como suplemento. En otras palabras: no "salta " en un control antidoping.
Más allá de la polémica vale tener en cuenta que la creatina puede ser efectiva pero "no es mágica". Por más suplementos que se ingieran, sin entrenamiento no hay posibilidades de progreso.
Todo parece indicar que no hay nada mejor que una dieta balanceada, un buen descanso, evitar trabajar con déficit de oxígeno y "entrenar, entrenar y entrenar" como insiste Asenjo. Sería deseable que el deporte ayude a formar personas sanas y no máquinas de competir que con los años sufren severos trastornos físicos y psicológicos.