No hay que salterse el almuerzo. Una de las ideas nutritivas más erróneas es que un gran desayuno y una gran cena pasando por alto el almuerzo, aseguran el perder peso. Pero no es verdad. Justamente esta comida debe ser la más copiosa del día. Los europeos tienen razón: la comida más pesada se hace a mediodía seguida por una ensalada a media tarde o algo ligero, cuando los sistemas orgánicos deben descansar. Porque las comidas pesadas por la tarde obligan al cuerpo a hacer horas extras.
Si tenemos que viajar y hemos de comer en restaurantes, hay que empezar por ensalada. Debemos pedir un condimento bajo en calorías. Probar con variantes de limón fresco o mostaza con vinagre e hierbas frescas. Este tipo de mezclas sabe muy bien cuando se une a las claras de huevo y al atún.
Seguir la ensalada con algo de pasta y una salsa simple de tomate. Evitar las salsas con carnes grasas. Una alternativa razonable para la pasta pueden ser el pollo o el pavo asados sin piel. Evitar las carnes oscuras más grasas. Y por supuesto, no se olviden de quitar la piel.
Si tenemos que viajar y hemos de comer en restaurantes, hay que empezar por ensalada. Debemos pedir un condimento bajo en calorías. Probar con variantes de limón fresco o mostaza con vinagre e hierbas frescas. Este tipo de mezclas sabe muy bien cuando se une a las claras de huevo y al atún.
Seguir la ensalada con algo de pasta y una salsa simple de tomate. Evitar las salsas con carnes grasas. Una alternativa razonable para la pasta pueden ser el pollo o el pavo asados sin piel. Evitar las carnes oscuras más grasas. Y por supuesto, no se olviden de quitar la piel.