Existen ciertos trabajos sobre el desarrollo muscular que vale la pena tener en cuenta, por cuanto pueden suponer la posibilidad de contar con otras armas útiles. Fundamentalmente pueden proporcionarnos sustancias o elementos que potencien el crecimiento que buscamos.
Es el caso del óxido nítrico.
Se trata de una pequeña molécula, que se encuentra en el organismo en forma de gas, producida localmente por una gran cantidad de células del cuerpo.
Puesto que los músculos están constantemente sintetizando moléculas de óxido nítrico (NO), se cree que pueda ejercer un efecto importante sobre éstos, y varios estudios recientes apuntan precisamente a que el óxido nítrico tiene un gran impacto en el crecimiento de los músculos.
Para comprobar los efectos del NO los hombres de ciencia suelen bloquear la producción de óxido nítrico por medio de supresores farmacológicos.
Siguiendo ese método, se ha podido constatar que en los ratones cuando se bloquea la producción de NO la síntesis de proteína muscular desciende un 15%, por lo cual han concluido que el NO es cuanto menos responsable de mantener la óptima síntesis muscular1. A pesar de que el óxido nítrico no es una hormona, sí parece ser un importante factor anabólico puesto que aumenta la síntesis de proteínas.
También se ha comprobado que con las contracciones y estiramiento, los músculos producen más y más NO, mientras que la inmovilización de un músculo reduce la producción de óxido nítrico.
Por otro lado, el entrenamiento regular también incrementa la capacidad de los músculos para sintetizar la NO sintasa, que es la enzima responsable de transformar la arginina, el mayor precursor orgánico de NO, en óxido nítrico. Esta puede constituir otra explicación de porqué el entrenamiento genera la hipertrofia muscular.
Cuando se aplica una sobrecarga a los animales de laboratorio sus músculos crecen con rapidez, tanto como un 76% más en sólo dos semanas2, mientras que el mismo ejercicio, pero bloqueando la producción de óxido nítrico indujo una hipertrofia de sólo el 39%.
Es el caso del óxido nítrico.
Se trata de una pequeña molécula, que se encuentra en el organismo en forma de gas, producida localmente por una gran cantidad de células del cuerpo.
Puesto que los músculos están constantemente sintetizando moléculas de óxido nítrico (NO), se cree que pueda ejercer un efecto importante sobre éstos, y varios estudios recientes apuntan precisamente a que el óxido nítrico tiene un gran impacto en el crecimiento de los músculos.
Para comprobar los efectos del NO los hombres de ciencia suelen bloquear la producción de óxido nítrico por medio de supresores farmacológicos.
Siguiendo ese método, se ha podido constatar que en los ratones cuando se bloquea la producción de NO la síntesis de proteína muscular desciende un 15%, por lo cual han concluido que el NO es cuanto menos responsable de mantener la óptima síntesis muscular1. A pesar de que el óxido nítrico no es una hormona, sí parece ser un importante factor anabólico puesto que aumenta la síntesis de proteínas.
También se ha comprobado que con las contracciones y estiramiento, los músculos producen más y más NO, mientras que la inmovilización de un músculo reduce la producción de óxido nítrico.
Por otro lado, el entrenamiento regular también incrementa la capacidad de los músculos para sintetizar la NO sintasa, que es la enzima responsable de transformar la arginina, el mayor precursor orgánico de NO, en óxido nítrico. Esta puede constituir otra explicación de porqué el entrenamiento genera la hipertrofia muscular.
Cuando se aplica una sobrecarga a los animales de laboratorio sus músculos crecen con rapidez, tanto como un 76% más en sólo dos semanas2, mientras que el mismo ejercicio, pero bloqueando la producción de óxido nítrico indujo una hipertrofia de sólo el 39%.