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miércoles, 15 de junio de 2011

Ejercicios extremos de Gemelos


La tortura

Para aprovechar al máximo el entrenamiento de gemelos tenéis que redefinir lo que consideráis dolor. La mayoría de los culturistas tienen una idea errónea de este concepto. Cuando una serie se complica realizan unas cuantas repeticiones más y terminan. De hecho, esa serie es sólo el principio. No estamos aquí para evitar el malestar. Estamos pidiendo al dolor que domine la situación, física y mentalmente.

Este es el guión: "¡Tú, dolor! Entra en mi mente y mi cuerpo. Adelante, quema y agota hasta que no pueda ni pensar. Haz que mis gemelos ardan como si fueran a desprenderse".

Tenéis que aprender a asociar el dolor con el crecimiento. Ese es el trato. Cuando os sentís como si un loco os pinchara el gemelo con un punzón y gritara de emoción mientras os destroza, deberíais pensar:

"Sigue, adelante. Haz que el gemelo crezca". Parece un poco exagerado, pero funciona. De todos los músculos, los gemelos son unos de los que tienen un umbral del dolor más alto, por lo que extenuarlos es casi imposible. Tienen una gran reserva y se recuperan rápido. Decidle al dolor: "Vamos, este precio es aceptable".

Los de inserción alta

Algunos, como los de descendencia hindú, de Pakistán o Sri Lanka, además de algunos de origen africano, tienen una predisposición genética a tener unos gemelos altos. Otros, como los japoneses y los hawaianos, tienen unos gemelos llenos. Independientemente de en qué grupo encajéis, hay Enlacealgo cierto: los de inserciones altas disponen de ayuda. La siguiente rutina ha sido diseñada específicamente para esta circunstancia y ha demostrado ser útil.

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