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lunes, 21 de marzo de 2011

La Fuerza es Longevidad



El rayo láser divide la atmósfera humeante en las alturas mientras los acróbatas arriban al escenario. Miembros de Le Cirque du Soleil, una troupe de franceses y canadienses que viajan a través de Norteamérica, van a desafiar la gravedad, la ley de la física y la capacidad de asombro de la audiencia. Los artistas colocan doce sillas, una sobre otra, formando una curva en ángulo agudo.

Posteriormente trepan la precaria estructura, se colocan haciendo la vertical y se mantienen en el aire sosteniéndose con una mano del borde de la silla. Con sus pantalones plagados de estrellas y con colores excéntricos cubriendo sus brazos, los acróbatas han formado un arco humano. Su permanencia en el aire parece magia. Pero su magia es material, tangible, visible; el poder reside en cada uno, de hecho. La magia es músculo.

El poder radica en la fuerza. La fuerza nos ayuda a desafiar la gravedad y a permanecer de pie; sin ella, quedaríamos acostados y flaccidos como unos panqueques quemándose al sol. Es la base de toda la habilidad física, la coordinación y el equilibrio. ¿Pero si usted no es un acróbata, un gimnasta o un atleta, para qué necesita fortalecerse?

FUERZA Y LONGEVIDAD

Tanto para los hombres como para las mujeres, mantenerse fuertes de por vida es una buena idea -y no sólo por una cuestión de huesos-.

Nosotros necesitamos más de nuestra fuerza cuando envejecemos ya que es la única garantía para poder mantener la capacidad de valerse por uno mismo. A diferencia de la creencia general, es posible incrementar la fuerza a edades avanzadas.

Según un reciente estudio realizado en el Centro de Rehabilitación y Prevención del Envejecimiento, se tomó a 20 pacientes (12 mujeres y 8 hombres) de edades que oscilaban entre los 86 y 96 años con hábitos sedentarios al extremo, formas de alimentación inadecuadas y varias incapacidades físicas (como por ejemplo, la artritis).

Estos pacientes completaron un programa de ejercicios durante dos meses llevando a cabo un plan progresivo de entrenamiento de la fuerza muscular tres días por semana. Al cabo de ese tiempo se llegó a resultados sorprendentes: los participantes habían aumentado su fuerza muscular en un promedio de 174 por ciento y su velocidad de reacción a distintos estímulos en un 48 por ciento.

La conclusión del estudio fue que parte de la debilidad muscular atribuida al envejecimiento puede verse modificada a través del ejercicio, lo que modifica ampliamente las condiciones físicas y la calidad de vida de los mayores.

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